– BAILANDO EN EL CARLOS V –

– LA CAPILLA Y LA CRIPTA DEL PALACIO DE CARLOS V –

La construcción del palacio no destruyó nada importante de la Casa Real árabe ni de otras construcciones pertenecientes al conjunto de la Alhambra, aunque sí que se incorporó una pequeña parte del Palacio de Comares para construir la capilla y cripta del palacio renacentista, el
arco central de la crujía sur del Palacio de Comares, conecta con la Sala de la Cripta, situada en la planta baja de la capilla real del Palacio del Emperador Carlos V.

Es un espacio de alto valor simbólico que se configura a través de una planta octogonal cubierta por una bóveda estrellada que permite unir las otras dos figuras geométricas presentes en la traza del palacio; el cuadrado y el círculo, símbolos, respectivamente, de lo terrenal y lo celestial. Por otro lado, el uso del octógono emparenta esta capilla con la de Aquisgrán, equiparando el poder imperial de Carlos V con el de su antecesor Carlomagno.

La Capilla también de planta ochavada conforma un volumen de mayor altura con entrada a diferencia de la cripta que se configura como un espacio más oscuro, de luz natural, a ella se accede directamente desde el patio central del palacio o desde una sala adyacente.

– ANÁLISI DE LA OBRA –

 

El artista considera la danza un vehículo esencial para estudiar la figura humana en movimiento, es por ello que realiza tantas obras en las cuales las plasma en diferentes posturas, ensayando, en plena representación en el escenario, atándose las zapatillas o vistiéndose, testimoniando y poniendo en valor tanto su concentración como esfuerzo.

Ronald Pickvance recoge un interesante testimonio de Louisine Havemeyer, la amiga americana de Mary Cassatt y una coleccionista entusiasta de Degas, quien contaba que al preguntarle por qué pintaba tantas bailarinas, el pintor había respondido: «Porque, madame, sólo en ellas puedo redescubrir el movimiento de los griegos».
En esta obra Degas nos introduce en el mundo del ballet y la anatomía que tanto le interesaba. Nos representa como si de una fotografía se tratase una vista del escenario con varias bailarinas en mitad de un acto, la imagen está realizada como si el espectador de hallase en un palco lateral, observando desde arriba.

La obra representa como figura principal que ocupa un lugar singular de la imagen, una bailarina de cuerpo entero que realiza un rápido y complicado giro, el resto de figuras quedan cortadas, dejando a nuestra imaginación reproducir el resto de la imagen. También se ven al fondo varias bailarinas en naranja entre el paisaje que conforma la escena, las cuales parecen estar esperando para salir a escena. La bailarina no se muestra en el centro del cuadro, sino que se ubica en un lateral. Esa manera de cortar las figuras, que Degas utilizó en todas sus obras sobre el ballet, deriva de la doble influencia de las estampas japonesas y de la fotografía, que le lleva a crear un espacio pictórico en el cual el cuadro ya no tiene
en su centro la escena representada, como ocurría tradicionalmente en el arte occidental. Degas quería demostrar que la realidad es siempre transitoria, cambiante e incompleta y que por tanto debe ser representada de forma fragmentada.
Para él la realidad debe representarse tal cual y con ello la fugacidad del movimiento debe transcribirse a un trazo rápido realizado con la técnica del pastel.

En esta obra Degas hace que nosotros nos situemos como espectadores, ubicados casi entre bambalinas, posición desde la cual vemos la obra y a la bailarina, pero sin embargo ella no nos puede ver, esta posición de representación desde un punto a mayor altura con una vista sesgada, la utilizaba para captar a los modelos dese posturas inesperadas, captar esos ángulos de vista que normalmente no se perciben.

– GENERACIÓN DEL ESPACIO DE EXPOSICIÓN DE LA CRIPTA –

Representación en planta del espacio de exposición con las obras, se plantea ubicar la pieza principal lo más próxima al agua por su fluidez, colores y movimiento que transmite y el resto de obras se exponen a modo de panel impreso, con un espejo enfrentado , buscando el reflejo de la obra y creando un espacio de ballet en la cripta con la sucesión de espejos y pasamanos.

Sobre esta sucesión de pequeños espacios expositivos y a su vez
didácticos, ya que uno puede reflejarse junto a la obra como introduciéndose en ella, se plasma una cama de plumas a diferentes alturas que nos dan la sensación de levedad e ingravidad desde el comiendo del recorrido.